Los drones se sumergen en el agua

Para explorar los océanos y supervisar las tuberías en el mar, bajo el agua robots (llamados AUV, vehículos submarinos Autónomos) no dan ninguna satisfacción. Carecen de autonomía, son caros y trabajar solo. Sampriti Bhattacharyya, un investigador en el MIT, propone el uso de enjambres de drones para los organismos acuáticos, capaz de barrer los mares. Lo que podría ser “el Google Maps de los océanos”, explicó ella en frente de la conferencia TechCrunch Disrupt, celebrada en San Francisco. El drone acuático como se ha desarrollado en el marco del proyecto Hydroswarm se ve como una gran pelota de rugby y se llama Eva. Se propone actuar como un “internet de las cosas” para los océanos”, mediante la interacción con sus compañeros y realizar lecturas o videos, y remitido a la Nube cuando sube a la superficie. Originalmente se hizo para las operaciones de inspección en plantas de energía nuclear, este tipo de drone – que su diseñador no ha especificado el modo de propulsión y autonomía–, tiene una cámara y sensores. Podría ser utilizado para el beneficio de las actividades de la acuicultura, la supervisión de las instalaciones (tuberías, entre otros), sino también el monitoreo del medio ambiente. Por no hablar de las misiones que no podía menos de confiar a los militares… Una versión de placer, capaz de rastrear un buzo y la filmación desde todos los ángulos, también se contempla.

Por su parte, la NASA está desarrollando un avión no tripulado-nadador cuya misión será la de explorar la parte inferior de la capa de hielo de Europa, una de las cuatro grandes lunas de Júpiter, donde la sonda Galileo observó la presencia de agua. Un prototipo de esta máquina, llamada BRUIE (Boyante rover bajo el hielo de la exploración, o drone flotante de operar bajo el hielo) ha sido probado en el Ártico con éxito. Él se aferra a la cara interna del hielo, y los registros de imágenes, mientras que la realización de las mediciones. Bajo el hielo del ártico pack, este curioso artilugio no sólo repite los movimientos que él podría llevar a cabo en el marco de una misión que no se espera antes de 2020 a más tardar. También ha sondeado para los bolsillos de metano atrapado bajo el hielo del permafrost en el marco de la evaluación de las emisiones de gases de efecto invernadero. “Muchos de los proyectos iniciados por el espacio de la investigación, puede ser aplicado a la búsqueda de los océanos”, dijo la NASA. Es cierto, y, además, proporciona una justificación adicional para los presupuestos asignados para ir y explorar Europa.